Podemos dividir a los pacientes con glaucoma en:
Primario o secundario (asociado con otras afecciones oculares o sistémicas).
Angulo abierto (acceso abierto del humor acuoso que fluye a la red trabecular) o ángulo cerrado (el acceso del humor acuoso a la malla trabecular se encuentra restringido por el iris periférico).
Agudo o crónico.
La gran mayoría de los glaucomas son crónicos y el tipo más frecuente es el primario de ángulo abierto.
El ángulo al que nos referimos aquí es aquel formado por la córnea y el iris, el cual contiene una estructura (el trabeculado o malla trabecular) que actúa como una rejilla drenando el líquido (humor acuoso)que se produce constantemente dentro del ojo. En el glaucoma de ángulo cerrado, generalmente el iris limita la llegada del humor acuoso al trabeculado, lo que lleva en los casos de presentación aguda (cierre angular primario) a una brusca elevación de la presión intraocular.
También existen las formas congénita, infantil y juvenil, que a veces se asocian a otras enfermedades, aunque son menos frecuentes.
Otra forma poco frecuente de glaucoma es cuando se produce un daño glaucomatoso del nervio óptico sin presión intraocular elevada, lo que se conoce como "glaucoma de baja tensión" o "glaucoma de presión normal”.